Mini fic Twincest 36.5º By:Atsu

11/7/08


bueno os dejo un mini fic de atsu! :D


El silencio reinaba en esa habitación, decorada con tonos grises y con una butaca de piel marrón gastada, que para él era especial. Él, sentado en ella, dormía profundamente, sin importarle los mechones que cubrían su cara. Inspiraba y expiraba el aire profundamente, produciendo así unos suspiros rápidos y sonoros. Mientras dormía, soñaba con la situación que hizo que ese asiento se convirtiera en algo especial para él, y a la vez extraño. Descubrió una nueva sensación, un raro placer que le llenaba de felicidad. Descubrió qué era el amor, y lo descubrió con su propio hermano.Algo interrumpió el sueño de Bill, era su teléfono. Acercó su mano hasta la mesa, con grandes esfuerzos para moverse lo mínimo. Pudo coger el aparato y rápidamente se lo llevó al oído.- ¿Sí? - Su voz ronca le sorprendió a sí mismo.- Bill... soy Tom... ¿puedes... puedes venir al estudio? - Su voz entrecortada era una prueba de la vergüenza que estaba pasando.- Uhm... sí. - Dijo el hermano menor mientras se fregaba los ojos, bostezando. - En media hora estoy allí.- De acuerdo, entonces... te esperamos allí. Te.. Te quie...Bill colgó antes de oírlo.Intentó divisar el reloj del salón, con sus ojos aún borrosos. Eran las dos de la tarde.Se tapó la cara con las manos, cerrando las ojos. Tendría que verle otra vez, con la vergüenza que le daba después de darse cuenta de que se querían. Después de besarse y darse todo el amor que se podía en ese sillón. No podría mirarle a la cara otra vez, aunque lo deseaba. Deseaba estar delante de él y repetirle infinitas veces cuánto le quería, cuánto le deseaba y cuánto necesitaba estar con él como ese día... para que entonces Tom le lanzase una sonrisa picarona y le besara los labios como nunca nadie hubiera hecho...Se quedó pensando ese momento, fantaseando posibles situaciones con su hermano mayor, con la mente en otro lado, con los ojos cerrados de nuevo y, por lo tanto, dormido nuevamente.El sonido de una puerta cerrándose le sobresaltó de nuevo, haciendo de su sueño un producto de su imaginación que se desvaneció en pocas milésimas de segundo. No vio a nadie. Volvió a cerrar los ojos, quería dormir eternamente para poder soñar lo que había querido siempre.Bill.Abrió los ojos de golpe. Tenía a Tom a escasos veinte centímetros de su rostro. Éste le clavó sus ojos almendrados en los suyos, sin dejarle escapatoria alguna. El hermano mayor fue acercándose lentamente, hasta casi rozar la nariz de su gemelo, mientras éste último hacía verdaderos esfuerzos para mantener la boca mínimamente cerrada y no comérselo a besos allí mismo.- No viniste al ensayo... estaba preocupado, y tienes fiebre. - Bill miró la hora, eran las cinco.- Agh, ¡mierda! ¿Tengo fiebre? - Posó su mano en la frente, pero Tom le quitó rápidamente.- Sí, pero ya te tomé la temperatura hace un rato... - El de las rastas miraba fijamente los ojos del moreno, bajando hasta sus labios y así, recorriendo su cuerpo con la mirada. Bill se dio cuenta de eso y fue ruborizándose.En realidad, tendría que estar enfadado con él. ¿Quién era él para que cogiera e hiciera lo que quisiera con él? ...Su gemelo. Seguro que si tenía fiebre, esa conexión que les unía a los dos percataron al rubio de que algo iba mal.Tom se agachó, para quedar a la altura de Bill, aún sentado. Empezó a deslizar su mano por el reposabrazos hasta tener todo su brazo encima. Llevó su mano hasta la roja mejilla de Bill, acariciándola. El moreno cerró los ojos, hiperventilando. Sin poder evitarlo, fue acercándose lentamente hasta los labios de su gemelo, casi podiendo saborear el piercing metálico.- Te hice algo de comida, está en el microondas. - Con estas palabras rompió el poco contacto entre ellos. - Te cojo un cigarro.Bill se quedó embobado mirándole, mientras con su enorme mano le cogía uno de sus cigarros y se lo llevaba a sus labios carnosos. Boquiabierto, seguía el recorrido de éste: de la mano hasta la boca, presionando levemente los labios y volviendo a sostenerlo con las manos, para volver a hacer el mismo recorrido varias veces. En esos momentos, Bill deseaba ser ese cigarrillo, quería que le besara como él hacía con el objeto.El hermano menor hizo esfuerzos para levantarse, sin conseguirlo. Volvió a acomodarse en el sillón, cerrando los ojos y haciéndose el dormido. Oyó como las ventanas se cerraban, y Tom se acercaba a él. Volvió a agacharse a un lado, posando sus labios en el oído de Bill, susurrándole.- Dios... Bill... ¿Sabes que te quiero? Necesitaba verte dormido para decirte todo lo que siento. Eres mi droga, Bill, no entiendo cómo puedo estar enamorado de mi propio hermano, ¿sabes?... No lo entiendo, pero simplemente es así. Desde el otro día que surgió todo eso... no puedo pensar en otra cosa que en ti, y tú estás arrepentido, ¿verdad? Seguro que piensas "¿Qué hice? ¡Si es mi hermano!", e intentas evitarme. Si es que te entiendo, debería hacer lo mismo que tú, olvidarme de éste maldito rollo y hacer lo que debería... pasar. Pero es que no puedo. ¡No puedo, Bill! Eres lo que me da fuerzas, lucho por ti, me importas tú, porque eres todo lo que fluye a través de mis venas, eres todo para mí, Bill...Bill empezó a respirar agitadamente y a abrir los ojos lentamente, sin poder aguantar las lágrimas que guardaba dentro. Un impulso hizo que se lanzara hacia su gemelo, tirándolo al suelo. Lo abrazaba con las fuerzas que no tenía, sintiéndole al máximo. Intentando que fueran un único cuerpo. Tom, sobresaltado, le abrazó, intentando a la vez levantarse del suelo.Se quedaron arrodillados, uno delante del otro. El gemelo mayor, cogió la barbilla del menor suavemente con su mano, y acercó sus labios para quitarle las lágrimas de encima. Le abrazó, permitiendo que el moreno enterrara la cabeza en el pecho del otro. Se estuvieron un buen rato en la misma posición, pero lo necesario y lo obligatorio, antes de que el rubio llorara también.Éste se incorporó, ayudando a levantar a Bill y sentándolo en la butaca, cayéndose él encima sin querer. En ese momento, sus respiraciones empezaron a agitarse. Se notaban suspiros y gemidos. Bill le cogió por el cuello y acercó los labios de Tom hasta los suyos, presionándolos fuertemente. Con ese largo y único beso saborearon sus piercings metálicos, notando también como otras partes de su anatomía iban llamando la atención.Tom se levantó desganado, no tenía ninguna gana de irse de allí, pero era lo que debía hacer.- Eso era lo que necesitaba saber...Bill abría la boca para decir algo que no podía decir, no le llegaban las palabras.Te... pudo articular. Antes de que pudiera hacer cualquier otro sonido, Tom le tapó la boca, ofreciéndole una pícara sonrisa.Se incorporó de nuevo, y fue alejándose hacia la puerta.- Coge la comida, haces mala cara...Cerró la puerta.El moreno estuvo reflexionando y llorando más de una hora hasta que fue capaz de levantarse e irse hacia la cocina, donde le esperaba un plato de pasta, con un papel. Una nota de Tom.Lo siento, necesitaba verte.Debajo había un termómetro, marcaba 36,5ºSe puso la mano en la frente.La comida se enfrió.

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